La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos considera que los
efectos de liberalización de los derechos de plantación de viña que
plantea la Unión Europea serían desastrosos para el sector de la viña y
el vino. El sindicato insiste en la necesidad de mantener el actual
sistema, además de mejorarlo, ya que es el único mecanismo de control
sobre las plantaciones para conseguir el equilibrio de la producción,
además de garantizar un nivel mejorable de ingresos a los productores
vitivinícolas.
La Unión de Uniones denuncia que la
aplicación de la liberalización de los derechos de plantación de viña
también comportaría una reducción muy importante de las pequeñas
explotaciones en las zonas tradicionalmente productoras, así como la
deslocalización de la producción, una excesiva industrialización de la
viticultura europea y una sobreproducción de vino, además de la
disminución de la calidad y el valor de la producción.
El
sindicato rechaza la última propuesta de la Comisión Europea sobre esta
cuestión, que incluía que la gestión de los derechos de plantación
debía implicar a los profesionales del sector y a la mayor parte de los
actores económicos de la filial del vino como organizaciones de
productores, interprofesionales, consejos reguladores, consorcios de
tutela, etc. Para ello, planteaba la transferencia de la gestión de las
superficies de la viña a las Denominaciones europeas de origen protegido
(AOP) y a las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), además de
prever un sistema de cláusula de salvaguarda que activarían los estados o
la Comisión Europea en caso de que sobrepasar unos topes que deberían
establecerse.
La Comisión Europea tiene previsto
hacer público este mes de noviembre el contenido de la resolución sobre
los derechos de plantación de viña a través del grupo de alto nivel, que
impulsó con el fin de debatir esta cuestión y emitir una resolución
definitiva sobre la misma.
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