Cuando los árboles pierden su colorista manto otoñal y el suelo se
va cubriendo poco a poco de hojas multicolores, la cuestión es «¿Qué
debo hacer con toda esta hojarasca? ¿Puedo dejarla ahí o es necesario
recogerla?»
Las hojas mojadas son
peligrosas si se dejan en el suelo de un patio o zonas enlosadas, pues
forman una resbaladiza alfombra marrón. Por esta razón, conviene retirar
las hojas de todos los senderos.
También
es conveniente retirar las hojas caídas sobre brotes tiernos, hierba,
plantas de hoja perenne y césped, pues las plantas pueden pudrirse como
reacción a las hojas húmedas. La falta de luz provoca feas manchas
marrones en el césped.
Sin embargo, a
veces las hojas no molestan. Puede permitirse una acumulación de hasta
10 cm bajo los árboles, matas, arbustos y en arriates desbrozados de
flores y verduras, por ejemplo. Lo ideal es apilar con cuidado las hojas
en arriates con una garra de jardín y cubrirlas con algo de tierra para
que el viento no las disperse y acelerar así el proceso de
descomposición. Con estas acciones conseguirá la rápida formación de
humus fresco y rico que ayudará a las plantas a florecer en toda su
gloria la próxima primavera. Las hojas de rápida descomposición de
arbustos florales y plantas frutales son perfectas para este
procedimiento, que se conoce como compostaje en tierra. Con este método
enormemente sensato se aprovechan grandes cantidades de hojas para
obtener fertilizantes ecológicos de los nutrientes de hojas y recortes.
Una cobertura de hojas sobre las plantas las mantiene calientes y
aisladas, protegiéndolas de las frías temperaturas. No olvide eliminar
las hojas restantes en primavera para permitir a las plantas acceder a
suficiente oxígeno fresco y a la luz solar.
Otra
buena idea para reciclar las hojas consiste en hacer nidos de erizo. Al
hacerlo ayudará a proteger a estos animales, pues los erizos están ya
en la lista de especies en peligro en algunos países europeos,
principalmente a causa de la desaparición de oportunidades para hacer
sus propios nidos y encontrar cobijo como resultado del meticuloso
trabajo de desbroce en los jardines.
Así
que, ¿por qué no hacer un montoncito de hojas y ramas finas? Este
pequeño animal, activo al crepúsculo y por la noche, le devolverá el
favor en especie. Larvas, lombrices, arañas y caracoles son algunos de
los manjares predilectos de este pequeño aliado de todo jardinero. De
modo que los erizos pueden ayudarle a mantener su jardín libre de
insectos y bichos. Y como no son aficionados a las verduras, no tendrá
que preocuparse de sus frutales ni de su huerto.
Como
hemos visto, las hojas de otoño no son solo basura molesta que debamos
eliminar de nuestros jardines. De hecho, son todo lo contrario: con los
consejos y trucos adecuados, usted podrá ahorrar mucho dinero en humus y
fertilizante y desempeñará un papel activo en la protección animal
dando a los erizos un hogar acogedor.