Las medidas que propone la Comisión son de
difícil, sino imposible, aplicación en España teniendo en cuenta las
características de nuestras explotaciones.
Los miembros de la Junta Directiva de ASAJA, reunidos hoy en Madrid, han
analizado y aprobado las enmiendas elaboradas por el grupo de expertos
de los Servicios Técnicos de la Organización que se presentarán en el
Parlamento Europeo donde, en el plazo de dos semanas, comienzan los
debates de los siete reglamentos que desarrollan la reforma de la PAC.
Recordamos que ASAJA considera que la reforma diseñada por la Comisión
no recoge las particularidades de la agricultura española y supone un
claro retroceso en la búsqueda de explotaciones viables, competitivas y
orientadas al mercado.
En esta nueva fase del proceso de
negociación de reforma de la PAC, comenzado con la presentación de la
Comunicación y de las Propuestas legislativas, el Parlamento Europeo y
el Consejo de Ministros cobran especial protagonismo, de acuerdo con el
procedimiento de codecisión aprobado en el Tratado de Lisboa.
Hasta
ahora, los trabajos sobre la reforma de la PAC se han ido sucediendo en
el seno del Comité Especial de Agricultura, órgano dependiente del
Consejo de Ministros, donde no se han producido acuerdos de
trascendencia en aspectos concretos y los debates se han limitado a
temas generales, esencialmente en el capítulo relativo a los pagos
directos, donde el caballo de batalla sigue siendo, por un lado el
presupuesto y por otro, las medidas relativas al pago verde.
A
partir de mediados del mes de junio, el Parlamento Europeo comenzarán
los debates sobre la reforma de la PAC con la presentación, por parte de
los eurodiputados, de los dictámenes relativos a los siete reglamentos
que desarrollan la reforma. De ellos, los relativos a pagos directos,
medidas de gestión de mercado dentro de la Organización Única de
Mercados, desarrollo rural y seguimiento y control de las medidas de la
PAC constituyen la columna vertebral de estas propuestas del Comisario
Ciolos.
Más que ninguna de las reformas precedentes, esta
propuesta de nueva PAC viene condicionada por el paquete presupuestario y
el clima de austeridad y restricciones como consecuencia de la crisis
financiera de la UE. Es por esto que España debe defender como cuestión
de Estado, como máxima prioridad, el mantenimiento de un presupuesto
suficiente para la PAC. Solo viendo cumplida esta premisa puede
discutirse una eventual reforma con expectativas de éxito en las
negociaciones.
Dentro del capítulo agrario, para ASAJA, las
propuestas de “reverdecimiento” de los pagos directos suponen más que
una contribución de la agricultura europea al medioambiente y a la lucha
contra el cambio climático, nuevas limitaciones de producción, nuevos
costes añadidos que merman la competitividad de nuestras producciones
frente a las importadas que no tienen que someterse a estas reglas. Por
ende, buena parte de las medidas que propone la Comisión son de difícil,
sino imposible, aplicación en España teniendo en cuenta las
características de nuestras explotaciones.
En cuanto a las
medidas propuestas, la Comisión abandona las producciones ganaderas,
especialmente las que no cuentan con superficie y que hasta la fecha
disfrutaban de derechos especiales, y que, de no poner remedio quedarán
única y exclusivamente a expensas de unos eventuales pagos acoplados,
sometidos a restricciones en sus cuantías.
Un motivo de especial
preocupación para nuestros agricultores y ganaderos es la determinación
de las hectáreas admisibles a pago dentro de la nueva regulación que
entrará en vigor a partir de 2014, ya que corremos el riesgo de
deslegitimar los pagos PAC si la Comisión obliga a adjudicar derechos de
pago base a hectáreas improductivas y sin dedicación agroganadera, a la
vez que penalizaría a las hectáreas de labor.
En opinión de
ASAJA la Comisión no debe abandonar los mecanismo de gestión de mercado,
ya que las ultimas crisis alimentarias han puesto sobradamente de
manifiesto que las materias primas agroalimentarias no pueden quedar
expuestas a la volatilidad de precios motivadas por factores que escapan
de la actividad agraria, de la política europea o de la propia
climatología.
Precisamente este es un factor determinante, junto
con el equilibrio de fuerzas en la formación del precio de los productos
alimentarios y la adaptación de la Política de competencia a la
realidad de la actividad agrícola, para lograr un reparto del valor
añadido de la producción entre los distintos integrantes de la cadena
alimentaria, desde el productor hasta el consumidor y ama de casa. La
concentración de la oferta y la concertación entre los distintos agentes
juega un papel esencial para poder obtener la formación de un precio
remunerador para el productor y asequible para el consumidor.
El
desarrollo rural debe seguir jugando un papel fundamental en la nueva
PAC, en donde los jóvenes que acceden a la explotación puedan encontrar
un refuerzo esencial para su incorporación, las prácticas
agroambientales voluntarias se vean fomentadas, se dé un impulso a la
formación y a la diversificación de la actividad agraria y se de un
decidido apoyo a la innovación y la tecnología aplicada a las
explotaciones agropecuarias.
ASAJA, a través de las enmiendas que
remitirá a los eurodiputados y las gestiones que desde hace tiempo
lleva realizando ante los máximos representantes de las distintas
instituciones nacionales y comunitarias, quiere concienciar a la clase
política y a la opinión pública en general de la necesidad de considerar
al sector agrario español y europeo como un sector estratégico esencial
a la hora de hacer frente a los retos alimentarios, económicos,
sociales territoriales y medioambientales que debe afrontar Europa y el
Mundo en los próximos años.
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