“La convergencia de las ayudas o ‘tasa plana’ que pretende la
Comisión Europea perjudicaría gravemente a España y a su agricultura y
ganadería”, es lo que defiende la organización agraria UPA, que ha
reclamado al ministro de Agricultura Arias Cañete que se oponga
firmemente a este modelo de ayudas, diseñado “en despachos de Europa
central y del Este, con sistemas agrarios muy diferentes al nuestro”.
España
tiene agrosistemas muy diversos: desde las estepas cerealistas a las
zonas hortofrutícolas, pasando por el olivar y el viñedo, sin olvidar la
ganadería, que en nuestro país también es especial, pues en muchos
casos tiene poca o ninguna tierra asociada a la explotación. Por ello,
“una tasa plana en España generaría distorsiones muy difíciles de
corregir. Algunos productores verían reducirse sus ayudas notablemente,
mientras que otros recibirían más injustificadamente”, ha explicado el
secretario general de UPA Lorenzo Ramos.
Ramos ha
mantenido hoy un encuentro con el ministro de Agricultura de Irlanda,
Simon Coveney, presidente de turno del Consejo europeo de Agricultura,
que celebra hoy y mañana en Bruselas su última reunión ordinaria antes
de la cita en la que previsiblemente se alcanzará el acuerdo definitivo
de la reforma de la PAC.
“La PAC debe, en primer
lugar, cumplir su objetivo de garantizar una producción de alimentos con
los máximos niveles de calidad y seguridad, para ello, las ayudas deben
dirigirse a los verdaderos agricultores y ganaderos, que mantienen vivo
el mundo rural, vertebrando el territorio y generando empleo”, ha
declarado Ramos.
UPA también ha trasladado a Coveney
la importancia de mantener un nivel elevado de ayudas acopladas, en la
línea de lo que defiende el Parlamento Europeo, alrededor de un 15%.
La
organización ha recalcado que uno de las principales carencias de esta
reforma de la PAC son las medidas de gestión de mercado. “Al menos
pedimos que se revisen y actualicen los precios de referencia y que se
establezcan excepciones a las normas de competencia, teniendo en cuenta
las especiales características del sector agrario”, ha concluido.
En
relación con la llamada Directiva del tabaco, Ramos ha recordado a los
ministros que se puede combinar la protección de la salud de los
ciudadanos europeos con el derecho al trabajo en el sector productor de
tabaco. Este cultivo da sustento a más de 20.000 familias y genera
56.000 puestos de trabajo en España, la mayoría de ellos en zonas con
pocas alternativas, por lo que UPA ha pedido a Bruselas que garantice la
pervivencia de este sector.
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