Estos insectos crean telarañas encima de las hierbas recubriendo a
las colonias jóvenes, alimentándose de las plantas que están debajo de
esa telaraña. Cuando alcanzan un mayor tamaño se desplazan fuera de ella
en busca de más alimento.
La oruga
de los prados suele estar considerada como una plaga pudiendo afectar a
diferentes cultivos ya que se alimentan de una gran diversidad de
plantas. En algunas provincias tales como Córdoba y Málaga puede suponer
un problema al iniciarse la brotación de las vides. Destacar que en
este año se está observando una mayor presencia de colonias de oruga peluda durante el invierno, si lo comparamos con años anteriores.
Hay que recordar que las lluvias otoñales favorecen la salida de los adultos.
En cambio, las invernales le son perjudiciales. Por lo tanto el mayor
registro pluviométrico en el transcurso de los meses otoñales del año
2015 y las escasas lluvias en los meses invernales de enero y febrero
están siendo más favorable para el desarrollo de este Lepidóptero.
El
momento crítico en el que pueden realizar más daño estas orugas, es en
el estado “B” desborre. Una vez que la yema ha crecido convirtiéndose en
pámpano, el daño que provoca es mucho menor.
Es recomendable, cuando comience el “desborre”, recorrer la parcela para vigilar la evolución de las yemas en los rodales o en las cepas más “tempranas” para observar la presencia o no de orugas errantes.
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