La nueva normativa sobre uso sostenible de fitosanitarios es insuficiente para acabar con el uso ilegal de veneno.
Esta nueva norma transpone a nuestro ordenamiento, con 9 meses de
retraso, la Directiva 2009/128, de 21 de octubre de 2009, por la que se
establece el marco de la actuación comunitaria para conseguir un uso
sostenible de los plaguicidas. SEO/BirdLife considera que esta normativa
puede contribuir a la reducción de los riesgos y los efectos de la
utilización de sustancias que tienen un gran impacto sobre el medio
ambiente.
El Real Decreto recoge una serie
de medidas que restringen el acceso a los productos fitosanitarios,
ordenando su venta y utilización por usuarios profesionales que habrán
de disponer de la capacitación apropiada para manejarlos de forma
sostenible.
La nueva normativa incorpora
alguna de las alegaciones aportadas por SEO/BirdLife. Entre ellas,
destaca la obligación de establecer, en el futuro Plan de Acción
Nacional que establece el Real Decreto, medidas para evitar el uso de
productos fitosanitarios ilegales y acciones para mejorar el
conocimiento sobre esta materia. Esto incluirá la recogida de
información relativa a la muerte de animales que pueda relacionarse con
el uso ilegal de productos fitosanitarios, como son los casos de
envenenamiento.
Igualmente, como obliga la
Directiva, el Real Decreto establece el fomento de la gestión integrada
de plagas, un método ya regulado en la normativa europea que podría
tener grandes beneficios para la biodiversidad y la economía de los
propios agricultores ya que garantiza el uso prioritario de medios
naturales contra las plagas y de medidas preventivas, relegando el uso
de los fitosanitarios como último recurso. Si se aplicaran todas las
recomendaciones y principios de la Directiva, se reducirían
significativamente los daños indirectos de estos productos, así como
parte de los altos costes de estos tratamientos, algo que no se ha hecho
en gran medida hasta la fecha, pero que será obligatorio desde el 1 de
enero de 2014.
Medidas pendientes
No
obstante, el Real Decreto no ha tenido en cuenta otras aportaciones de
SEO/BirdLife referidas a la regulación de la utilización sostenible de
productos biocidas, que tienen también un gran impacto sobre el medio
ambiente. Tampoco cuenta con una regulación precisa sobre la recogida de
los residuos y stocks de productos fitosanitarios que están fuera de
uso. La recogida de los restos de estos productos y no sólo de sus
envases, algo que si contempla la norma, es imprescindible para evitar
su uso fraudulento, causa principal en los casos de envenenamiento de
fauna silvestre.
“Desde el proyecto Life+
VENENO propusimos para esta nueva norma la posibilidad de suspender el
uso de un producto fitosanitario cuando en la zona de aplicación o en
las colindantes, se constatase la intoxicación de especies de flora y
fauna protegidas por el Listado de Especies Silvestres en Régimen de
Protección Especial y del Catálogo de Especies Amenazadas. Esta medida, a
pesar de su importancia, tampoco ha sido contemplada por el Real
Decreto” afirma David de la Bodega del proyecto Life+ VENENO.
El uso ilegal de productos fitosanitarios
Desde
el proyecto Life+ VENENO se recuerda que muchos productos
fitosanitarios son utilizados de forma ilegal. En España, de 2005 a
2010, se han detectado según los datos aportados por las Comunidades
Autónomas donde se han dado casos de envenenamiento,, más de 70
sustancias para la elaboración de cebos envenenados. La gran mayoría de
estas sustancias son productos fitosanitarios (sustancias o mezcla de
sustancias destinadas a prevenir o destruir directamente, insectos,
ácaros, moluscos, roedores, malas hierbas, bacterias y otras formas de
vida animal o vegetal perjudiciales para la agricultura, principalmente
insecticidas y herbicidas).
También, se
utilizan en los envenenamientos algunos biocidas (especialmente
rodenticidas anticoagulantes) que son aquellas sustancias utilizadas
para la eliminación del resto de agentes nocivos fuera del ámbito de los
vegetales, como es el caso de los desinfectantes, conservantes,
pesticidas o fungicidas.
El proyecto Life+
VENENO tiene como objetivo lograr una disminución significativa del uso
de veneno en España. El proyecto, con un presupuesto de 1,6 millones de
euros, de los cuales la Comisión Europea cofinancia el 40% y la
Fundación Biodiversidad el 26%, se desarrolla entre 2010 y 2014.
SEO/BirdLife,
el Fondo para la Conservación del Buitre Negro y la Junta de
Comunidades de Castilla-La Mancha son los beneficiarios del proyecto.
Los cofinanciadores son el Cabildo de Fuerteventura, la Junta de
Andalucía y el Gobierno de Cantabria. La Editorial América Ibérica
colabora con el proyecto y otras doce comunidades autónomas y un cabildo
participan en diferentes acciones.
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