Menos seis por semana
En los últimos cinco años, el
campo leonés ha perdido seis agricultores cada semana. Dos municipios
bercianos, Borrenes y Berlanga, no tienen ya ningún agricultor
profesional.
La Junta de Castilla y León ha enviado estos días a los ayuntamientos de
la provincia el censo provisional de agricultores que podrán participar
en las elecciones a Cámaras Agrarias que se celebrarán el domingo 2 de
diciembre, y se abre un plazo de 30 días para que los interesados
presenten alegaciones al mismo. En la provincia de León este censo
provisional es de 7.680 agricultores y ganaderos como personas físicas
que reúnen el requisito de estar en activo y cotizar como autónomos con
epígrafe agrario. Por primera vez, en dos ayuntamientos de la provincia,
ambos de la comarca del Bierzo, como son Borrenes y Berlanga del
Bierzo, no hay ningún agricultor y ganaderos que esté dado de alta en la
Seguridad Social, aunque sí los hay que ejercen la actividad a tiempo
parcial como complemento de rentas del trabajo o de la pensión de
jubilación.
El censo de personas físicas en las anteriores
elecciones agrarias, celebrada en el año 2007, ascendía a 9.141, por lo
que en cinco años se ha producido un descenso del 15,98 por ciento. En
estos cinco años, donde afortunadamente ha habido incorporaciones al
campo y en su mayoría han sido jóvenes, el balance de cotizantes en la
Seguridad Social en la provincia de León ha sido negativo con una caída
media de casi seis agricultores cada semana.
Aunque el número de
profesionales, en función de su encuadramiento en la Seguridad Social,
es de 7.680, el número de personas que tiene algún tipo de actividad e
ingreso agroganadero rondaría las 16.000, según estimaciones de ASAJA.
La Ley 27/2011 permite trabajos, entre ellos los agrícolas, a los
jubilados que obtengan rentas no superiores al salario mínimo
interprofesional. La Seguridad Social tampoco obliga a cotizar a quienes
estando en el Régimen General, sus ingresos agrarios no superen en el
cómputo de un año el salario mínimo interprofesional, y por supuesto
están dentro de la legalidad los autónomos que cotizan por otro epígrafe
por tener otra profesión principal. Todas estas circunstancias hacen
que haya una gran diferencia entre el número de profesionales de la
agricultura que ejercen la actividad a tiempo total y el número total de
personas que dedican una parte de su tiempo al campo y obtienen
ingresos agropecuarios. Estas diferencias, en el caso de la provincia de
León, son más significativas en el Bierzo. ASAJA entiende la realidad
de la figura de “agricultor a tiempo parcial”, pero exige a las
administraciones que estos agricultores y ganaderos no tengan ventajas
competitivas por la vía de impuestos o cotizaciones sociales respecto a
los profesionales, y exige a su vez una discriminación positiva en las
ayudas públicas a favor del profesional que cotiza como agricultor.
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