sábado, 13 de abril de 2013

Se denuncia la reforma PAC

Se trata de la sexta movilización para mostrar el rechazo de los productores ante una reforma que va en contra de sus intereses

Varios centenares de tractores y cosechadoras han vuelto a salir a la carretera en una nueva tractorada convocada por COAG Andalucía y UPA-Andalucía, continuando con la “movilización permanente” iniciada en Jerez para denunciar que la reforma de la PAC que en estos momentos se debate en Bruselas ataca frontalmente los intereses de Andalucía, al no defender la actividad productiva ni el modelo profesional, además de no incluir mecanismos de regulación de los mercados. Después de Jerez, Lebrija, Andújar, Córdoba y Mancha Real, hoy los tractores han tomado el municipio sevillano de Los Palacios, así como la N-IV, en una nueva manifestación coordinada entre COAG y UPA, que ha partido desde la pedanía de El Trobal.

Los Secretarios Generales de COAG Andalucía, Miguel López, y UPA-Andalucía, Agustín Rodríguez, han afirmado que no es posible construir más agricultura y más ganadería con menos presupuesto y con menos normas de mercado. A su juicio, no es posible aceptar que la fórmula de ayudas vaya dirigida a desincentivar la agricultura y ganadería productiva para premiar aquellas hectáreas no productivas cuyo único objetivo va a ser el cobro de las ayudas de la UE, restando así capacidad para seguir manteniendo la que hoy es la primera industria en Andalucía, que mueve más de 14.000 millones de euros y genera millones de puestos de trabajo. De ahí que los dos Secretarios Generales coincidan en afirmar, de manera rotunda, que es absolutamente imprescindible una política comunitaria con el mismo presupuesto que ha llegado a nuestra comunidad autónoma hasta ahora y con reglas básicas que permitan recuperar los precios en origen.

En ese sentido, los Secretarios Generales de COAG Andalucía, Miguel López, y UPA-Andalucía, Agustín Rodríguez, han recordado que la reforma que propone Europa no apuesta por el tejido productivo, ni por los profesionales agrarios, ni por la diversidad productiva, elementos clave para Andalucía. La propuesta que se baraja incluye cuestiones muy perjudiciales como la posibilidad de incrementar el número de hectáreas elegibles, sin tener en cuenta su dedicación real a la actividad productiva ni tampoco el empleo generado en ellas. De hecho, se plantea un incremento de superficie en el cual un alto porcentaje no corresponde a hectáreas productivas, ni siquiera para el desarrollo de la actividad ganadera. A este respecto, Miguel López y Agustín Rodríguez han recordado que el Gobierno tiene la obligación de acotar el número de hectáreas que vayan a entrar en el nuevo sistema de ayudas, porque no vale ningún modelo que termine sacando dinero de la agricultura productiva hacia hectáreas que sólo pretendan especular con las ayudas sin producir. En este sentido, los dos Secretarios Generales hacen hincapié en que si, finalmente, se aprueba un modelo de ayuda lineal para todas las hectáreas, la medida supondría la caída del volumen de ayudas que Andalucía ha venido recibiendo históricamente y que se ha generado con el esfuerzo de miles de agricultores y ganaderos. 

COAG y UPA también denuncian que Bruselas no reconoce un elemento peculiar, como es el regadío, que genera casi el 70% de la producción final agraria, y que es esencial para nuestra comunidad, por el nivel de inversiones realizado, la productividad obtenida y el empleo que genera. El regadío es, además, una estrategia de estado, y lo ha sido desde los tiempos de la República, fomentándose la construcción de embalses, la modernización de las estructuras, la innovación, etc., lo que ha provocado un alto nivel de endeudamiento por parte del sector, por lo que el mantenimiento de los apoyos públicos es fundamental para la continuidad del tejido productivo.  

Por otra parte, tanto Miguel López como Agustín Rodríguez han recalcado, una vez más, que la reforma de la PAC tiene que incluir mecanismos básicos de regulación de los mercados y un marco jurídico que garantice el diálogo y el equilibrio en la cadena agroalimentaria, para evitar el deterioro del tejido productivo, la especulación y los abusos sobre productores y consumidores. 

Igualmente, los Secretarios Generales han destacado que la reforma que se plantea no está pensada para los sectores mediterráneos y provocaría un impacto muy negativo para nuestro sistema productivo, básico para mantener el empleo y la vertebración del territorio andaluz. En ese sentido, la reforma debe marcar claramente el principio de preferencia comunitaria y no entregar los sectores mediterráneos para aprovecharse del dumping social, económico y medioambiental que realizan los países terceros, poniendo en riesgo la calidad y seguridad alimentaria de los ciudadanos europeos.

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