Científicos del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo
Agrario, NEIKER-Tecnalia, entidad pública dependiente de la
Viceconsejería de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno
Vasco, dirigidos por el Dr. Jose Ignacio Ruiz de Galarreta, han
identificado por primera vez la existencia en Álava-Araba de los dos tipo sexuales A1 y A2 del hongo Phytophthora infestans,
causante del mildiu de la patata. Los técnicos han podido comprobar que
el cruzamiento entre ambos tipos producen variantes más resistentes a
los fungicidas convencionales y puede sobrevivir en condiciones adversas de temperatura y humedad durante meses e incluso años.
Los expertos del centro tecnológico advierten de la posibilidad del cruzamiento entre los tipos A1 y A2, lo que daría lugar a cambios rápidos e importantes en la población del hongo Phytophtora infestans
con la aparición de nuevas cepas más agresivas y resistentes a los
tratamientos fitosanitarios habituales De ahí que NEIKER-Tecnalia esté
llevando a cabo una labor de prospección en todas las zonas de
producción de patata del Estado para estudiar y caracterizar en profundidad las poblaciones de mildiu y realizar un seguimiento de su evolución.
La
enfermedad del mildiu reduce aproximadamente entre un 15-20% de la
producción mundial de patata, según estimaciones del Centro
Internacional de la Papa, ubicado en Lima (Perú), que calcula en más de
1.000 millones de euros las pérdidas que produce tan solo en Europa. Datos
como estos han llevado a NEIKER-Tecnalia a investigar a fondo el
patógeno con el fin de conocer el tipo de razas que existe en la
geografía del estado, como primer paso para mejorar la eficacia de la
lucha contra este hongo.
Álava-Araba ha sido el lugar elegido para iniciar las investigaciones. Durante el verano pasado se recogieron muestras de Phytophthora infestans
en cultivos de patata afectados por mildiu en cinco zonas productoras
del territorio alavés: Arkaute, Gauna, Heredia, Zuazo de San Millán e
Iturrieta. De cada zona se tomaron muestras afectadas con mildiu, con el
objetivo de identificarlas. Para ello se cruzaron con cepas de referencia del tipo A1 y A2.
Para que exista una reproducción sexual entre dos cepas es necesario que una pertenezcan al tipo
A1 y la otra al A2. Las cepas de referencia del tipo A1 se cruzaron en
laboratorio con cinco aislados recolectados por los técnicos. De ellos,
dos produjeron oosporas, por lo que pertenecían al tipo A2,
concretamente, las tomadas en Arkaute e Iturrieta. A continuación se
realizaron cruzamientos de los cinco aislados con la cepa de referencia
A2, obteniendo como resultado la formación de oosporas en tres
cruzamientos. Se trata de las cepas recogidas en Gauna, Heredia y Zuazo
de San Millán, que fueron catalogadas como del tipo A1. Estos resultados
fueron corroborados igualmente mediante técnicas moleculares previa
extracción del ADN.
La reproducción sexual crea nuevas razas
El hongo Phytophthora infestans también puede reproducirse de forma
asexual, sin cruce. Pero el mayor problema para los productores de
patata se encuentra en la reproducción sexual, ya que da lugar a nuevas
razas del hongo que atacan a la planta de forma más virulenta y, al
mismo tiempo, resultan más resistentes a los tratamientos para su
erradicación. La constatación de que en Álava-Araba existen los tipos de
apareamiento A1 y A2 trae como consecuencia la posibilidad de
reproducción sexual entre las distintas cepas, aunque se encuentren en
zonas diferentes, pues el viento puede conducir las esporas a lugares
muy distantes entre sí, así como también a través del agua de riego.
NEIKER-Tecnalia
está detectando en los últimos años nuevas razas del patógeno con una
agresividad no observada anteriormente y resistentes a los principios
activos de los fungicidas existentes en el mercado. Las nuevas razas, a
su vez, son más resistentes a las condiciones climáticas. Como norma general, el hongo Phytophthora infestans requiere para
su desarrollo temperaturas por encima de 10ºC y humedad superior el
90%, mientras que temperaturas superiores a 27-30ºC suelen detener su
desarrollo.
Métodos de control
Observar
los períodos meteorológicos favorables para el desarrollo de la
enfermedad ayuda a elegir el momento adecuado para el tratamiento. La
tendencia actual consiste en realizar un control integrado de la
enfermedad mediante la combinación de sistemas de predicción de las
épocas del año más propicias para la enfermedad y la aplicación de
fungicidas. Los expertos de NEIKER-Tecnalia recomiendan combinar
diferentes fungicidas con principios activos distintos, para así evitar
la aparición de resistencias en el hongo debidas al uso repetido de un
mismo fungicida.
Las lesiones en la
planta se hacen visibles al quinto día desde que se ha producido el
ataque del hongo. Los síntomas se manifiestan inicialmente en las hojas
inferiores, donde se aprecia una aureola verde clara o amarilla en las
puntas y bordes de las hojas. Esta aureola separa el tejido sano del
muerto. Posteriormente, las lesiones progresan hasta el resto de la
superficie de la hoja y pueden visualizarse en forma de manchas de color verde oscuro, pardas o negras.
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