Si comparamos las cotizaciones del mes de octubre de 2010 y las de
este mes, nos encontramos que todos los precios actuales en la lonja se
sitúan por debajo de lo que se venía pagando hace tres años. Los
agricultores recibían en 2010 0,17 euros por kilo de cebada y 0,39 euros
por kilo de girasol. En el último registro del pasado día 25, la cebada
se vende a 0,16 euros el kilo y el girasol a 0,29 euros. Teniendo en
cuenta que los costes son los mismos, cuando no son superiores, el
agricultor vuelve a ser víctima de la volatilidad de los mercados
globales y los desequilibrios en la cadena alimentaria se producen
esencialmente en los eslabones inferiores. El precio del gasóleo rondaba
los 0,70 euros el litro hace tres años y hoy en día supera los 0,90. En
el caso de los fertilizantes, el coste se ha podido incrementar hasta
un 20%.
Esta organización espera que la
entrada en vigor en el mes de enero de la Ley para mejorar el
funcionamiento de la cadena alimentaria termine con las prácticas
desleales y especulativas. Así, en los contratos de compra al productor
se debe exigir el cumplimiento de unos mínimos como es el precio, el
plazo de entrega, la forma de pago, etc. No obstante, ASAJA recuerda que
la pelota no sólo está del lado de la distribución sino también en
manos del consumidor. “El que compra no puede sumarse a todas las
pancartas y por un lado apostar por la agricultura sostenible pero
buscar siempre el precio más barato. La responsabilidad de establecer un
sistema justo también está en cada acción de compra”.
Además,
ASAJA espera que la nueva normativa ayude a organizar y dotar de una
estructura fuerte al productor, haciendo posibles las operaciones en
conjunto, la concentración de la oferta, y el fortalecimiento del sector
primario, mejorando su posición a la hora de negociar contratos. De lo
contrario, el desequilibrio que sufre la agricultura acabará derivando
en un abandono progresivo del campo en detrimento de actividades más
rentables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario