La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, a través del
Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía
(Ifapa), viene trabajando en el uso y manejo de diferentes tipo de
cubiertas vegetales -principalmente de plantas crucíferas y gramíneas-,
como método para controlar uno de los principales problemas
medioambientales del cultivo del olivar, la erosión del suelo.
Los
trabajos que se llevan a cabo en el centro Ifapa Alameda del Obispo, de
Córdoba, se dirigen, entre otros objetivos, a la implantación de
coberturas vegetales en el centro de las calles de las plantaciones de
olivar. Con tal finalidad, actualmente se evalúan un total de 40 tipos
de especies crucíferas autóctonas procedentes de Andalucía y Aragón,
región que también participa en este proyecto de investigación.
Los
expertos del Instituto han detectado que las plantas crucíferas, que
tienen tasas de crecimiento muy altas y cubren el suelo rápidamente,
tienen dos utilidades muy importantes como coberturas vegetales. Por un
lado, por sus raíces de gran tamaño son capaces de descompactar los
suelos y por tanto favorecen la infiltración de agua y reducen la
escorrentía, o corrimiento de tierras, responsable de la erosión. Por
otro, tienen la capacidad de combatir el hongo Verticillium dhaliae, por lo que ayudan considerablemente a evitar la verticilosis en los olivos, una de sus principales enfermedades.
En
cuanto a las gramíneas, desde el Ifapa también se vienen desarrollando
técnicas de implantación y manejo de esta especie vegetal, muy eficaz en
el control de la erosión, aunque su tasa de crecimiento es más baja y
en su primer año aún no llega a proteger el suelo. Este tipo de especie
se siembra un año y después se mantiene como cobertura permanente
mediante autosiembra, es decir, las semillas que produce la planta
sirven para constituir la nueva cobertura al año siguiente, junto con
los restos vegetales de las plantas muertas. El sistema funciona muy
bien durante varios años, por lo que es además relativamente económico
para los agricultores.
Para aliviar el
problema de la fase inicial del ciclo, el Ifapa ha diseñado un sistema
de implantación muy novedoso que consiste en sembrar la especie gramínea
de interés, protegida por franjas de cebada. De ese modo, el siste-ma
es muy eficaz desde el primer año, debido a la protección de la cebada
que al año siguiente y en sucesivos desaparece.
Nueva vía de experimentación y ensayos para 2013
Los
investigadores de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente
han iniciado una nueva vía de experimentación basada en evaluar la
cobertura de musgos como alternativa a otro tipo de cubiertas vegetales
en el olivar jiennense, gracias a un convenio entre Ifapa, ATPI Olivar y
la Fundación Caja Rural de Jaén, cuyos resultados se conocerán el
próximo año.
Además, el Ifapa continúa
colaborando en un proyecto de ámbito nacional basado en estudiar el
comportamiento de diferentes especies y variedades de gramíneas y su
adaptación a las condiciones agroclimáticas de Andalucía, con el fin de
mejorar el material vegetal que luego se instale en el campo y ayudar a
seleccionar las variedades óptimas para su registro en el ámbito
europeo.
Para 2013, y en el marco del nuevo
proyecto de transferencia y forma-ción 'Transforma' en el cultivo del
olivar, que tiene previsto poner en marcha el Ifapa, se plantarán
ensayos demostrativos de implantación y manejo de plantas crucíferas,
gramíneas y leguminosas, además de continuar con la evaluación y
optimización de las siembras de crucíferas a través de un proyecto de
investigación asociado al 'Transforma'.
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