Tras haberse registrado las condiciones meteorológicas óptimas para el desarrollo de esta enfermedad, se constata la presencia
de síntomas en la provincia de Córdoba desde el 28 de abril. El término
municipal donde han aparecido las primeras manchas aceitosas es La
Rambla en unas parcelas donde las viñas están adelantadas con
respecto a la fenología dominante en la zona y que a partir de la
segunda semana de abril los pámpanos estaban desarrollados
aproximadamente 10cm. Estas contaminaciones primarias provienen de la
lluvia del día 10 y 11 de abril.
Puede que en un corto espacio de tiempo se observen nuevas manchas de Mildiu (Plasmophara viticola), al completarse un nuevo ciclo de desarrollo tras las lluvias del 20 de abril.
Recordar
que las temperaturas óptimas de desarrollo de la enfermedad deben ser
superiores a 12º C, las infecciones primarias se pueden producir con
lluvias de al menos de 10 mm y para que las infecciones posteriores
(infecciones secundarias) tengan lugar, la presencia de agua libre
(rocío, condensación, etc) es más que suficiente.
En hojas se manifiestan por las típicas "manchas de aceite"
en el haz, que se corresponde en el envés con una pelusilla blanquecina
si el tiempo es húmedo. Al final de la vegetación estas manchas
adquieren la forma de mosaico.
Si
los ataques son fuertes producen una desecación parcial o total de las
hojas e incluso una defoliación prematura, que repercute en la cantidad y
calidad de la cosecha, así como en el buen agostamiento de los
sarmientos.
En los racimos, los
síntomas en las proximidades de la floración se manifiestan por
curvaturas y oscurecimientos del raquis o raspajo y su posterior
recubrimiento de una pelusilla blanquecina si el tiempo es húmedo,
ocurriendo lo mismo en flores y granos recién cuajados. Cuando los
granos superan el tamaño de un guisante no se oscurecen, ni aparece la
pelusilla blanquecina, sino que se arrugan y finalmente se desecan,
conociéndose como "mildiu larvado".
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