martes, 3 de mayo de 2016

Enfermedad ,Primeras manchas de Mildiu en Córdoba

Se observan nuevas manchas de Mildiu al completarse un nuevo ciclo de desarrollo tras las lluvias del 20 de abril.
 

Tras haberse registrado las condiciones meteorológicas óptimas para el desarrollo de esta enfermedad, se constata la presencia de síntomas en la provincia de Córdoba desde el 28 de abril. El término municipal donde han aparecido las primeras manchas aceitosas es La Rambla en unas parcelas donde las viñas están adelantadas con respecto a la fenología dominante en la zona y que a partir de la segunda semana de abril los pámpanos estaban desarrollados aproximadamente 10cm. Estas contaminaciones primarias provienen de la lluvia del día 10 y 11 de abril.
Puede que en un corto espacio de tiempo se observen nuevas manchas de Mildiu (Plasmophara viticola), al completarse un nuevo ciclo de desarrollo tras las lluvias del 20 de abril.
Recordar que las temperaturas óptimas de desarrollo de la enfermedad deben ser superiores a 12º C, las infecciones primarias se pueden producir con lluvias de al menos de 10 mm y para que las infecciones posteriores (infecciones secundarias) tengan lugar, la presencia de agua libre (rocío, condensación, etc) es más que suficiente.
En hojas se manifiestan por las típicas "manchas de aceite" en el haz, que se corresponde en el envés con una pelusilla blanquecina si el tiempo es húmedo. Al final de la vegetación estas manchas adquieren la forma de mosaico.
Si los ataques son fuertes producen una desecación parcial o total de las hojas e incluso una defoliación prematura, que repercute en la cantidad y calidad de la cosecha, así como en el buen agostamiento de los sarmientos.
En los racimos, los síntomas en las proximidades de la floración se manifiestan por curvaturas y oscurecimientos del raquis o raspajo y su posterior recubrimiento de una pelusilla blanquecina si el tiempo es húmedo, ocurriendo lo mismo en flores y granos recién cuajados. Cuando los granos superan el tamaño de un guisante no se oscurecen, ni aparece la pelusilla blanquecina, sino que se arrugan y finalmente se desecan, conociéndose como "mildiu larvado".
Estas primeras manchas no revisten gravedad, aunque podrían "ser origen de complicaciones posteriores en el caso de que se produjeran nuevas lluvias". Ante este supuesto, se aconseja que los viticultores estén atentos a las previsiones meteorológicas, con objeto de tratar los viñedos con productos penetrantes o sistémicos.

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