Tras haberse registrado las condiciones meteorológicas óptimas para el inicio y desarrollo de Mildiu (Plasmopara viticola), se constata la presencia de síntomas en la provincia de Huelva el día 13 de abril.
Los términos municipales donde han aparecido las primeras manchas aceitosas son Bollullos Par del Condado y Trigueros, en parcelas de podas/zonas muy tempranas una vez que este viñedo presenta pámpanos con más de 10 cm de longitud. Estas contaminaciones primarias provienen de las lluvias de los primeros días de abril.
Los términos municipales donde han aparecido las primeras manchas aceitosas son Bollullos Par del Condado y Trigueros, en parcelas de podas/zonas muy tempranas una vez que este viñedo presenta pámpanos con más de 10 cm de longitud. Estas contaminaciones primarias provienen de las lluvias de los primeros días de abril.
Puede que en un corto espacio de tiempo se observen nuevas manchas de esta enfermedad al completarse un nuevo ciclo de desarrollo tras las lluvias acaecidas desde el 11 de abril.
Recordar
que las temperaturas óptimas de desarrollo de la enfermedad deben ser
superiores a 10-12º C, las infecciones primarias se pueden producir con
lluvias de al menos de 10 mm y para que las infecciones posteriores
(infecciones secundarias) tengan lugar, la presencia de agua libre
(rocío, condensación, etc..) es más que suficiente.
En hojas, los síntomas se manifiestan por las típicas "manchas de aceite"
en el haz, que se corresponde en el envés con una pelusilla blanquecina
si el tiempo es húmedo. Al final de la vegetación estas manchas
adquieren la forma de mosaico.
Si
los ataques son fuertes producen una desecación parcial o total de las
hojas e incluso una defoliación prematura, que repercute en la cantidad y
calidad de la cosecha, así como en el buen agostamiento de los
sarmientos.
En los racimos, los síntomas
en las proximidades de la floración se manifiestan por curvaturas y
oscurecimientos del raquis o raspajo y su posterior recubrimiento de una
pelusilla blanquecina si el tiempo es húmedo, ocurriendo lo mismo en
flores y granos recién cuajados. Cuando los granos superan el tamaño de
un guisante no se oscurecen, ni aparece la pelusilla blanquecina, sino
que se arrugan y finalmente se desecan, conociéndose como "mildiu larvado".
Señalar,
de nuevo, que estas primeras manchas podrían ser origen de
complicaciones posteriores en el caso de que se produjeran nuevas
lluvias. Ante este supuesto, se aconseja que los viticultores
estén atentos a las previsiones meteorológicas, con objeto de tratar los
viñedos con productos penetrantes o sistémicos.
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