viernes, 12 de junio de 2015

Enfermedades Vid en riesgo por aparición de oídio El desarrollo de la enfermedad se ve favorecido por humedades altas, pero las lluvias abundantes frenan su desarrollo.

Las temperaturas y en menor grado la humedad están favoreciendo en estas últimas semanas el desarrollo del oídio (Uncicula necator) en los viñedos de la Comunidad Autónoma Andaluza. Con temperaturas alrededor de 15ºC comienza a ser favorable, estando su óptimo en los 25-28ºC. El desarrollo de la enfermedad se ve favorecido por humedades altas, pero las lluvias abundantes frenan su desarrollo.
Se observa, por lo general más presencia de síntomas en racimos que en hojas, ya que estos suelen estar situados más al interior, por lo tanto menos aireados y protegidos contra la insolación, estando expuestos a condiciones más favorables para el desarrollo de la enfermedad.

El oídio puede atacar cualquier parte verde de la vid:

- Hojas: Los síntomas pueden aparecer tanto en el haz como en el envés, en ambos casos suele observarse un polvillo blanco ceniciento, que puede limitarse a algunas zonas, o bien ocupar toda la superficie de la hoja.

- Brotes y sarmientos: los síntomas se manifiestan por manchas difusas de color verde oscuro, que van creciendo y que pasan a tonos mas oscuros al avanzar la vegetación y hasta negruzcos según aumenta la lignificación de la viña. Los ataques fuertes ocasionan un mal agostamiento del sarmiento con la consiguiente disminución de la acumulación de reservas en las yemas.

- Racimos: al principio aparecen como un cierto polvillo que recubre en poco tiempo todo el grano. Los daños importantes se localizan en los racimos, pues el hongo del oídio detiene el crecimiento de la piel del grano, por lo que es frecuente que se agriete, produciendo unos daños directos en la cantidad y calidad de la cosecha.

Unas buenas técnicas de cultivo pueden disminuir la infección y mejorar la eficacia de los fungicidas que se apliquen, así, zonas bien aireadas, con buena exposición al sol, adecuada orientación de las filas de forma que se impida el exceso de sombra y copa vegetativa abierta reduce las condiciones óptimas para el establecimiento del hongo y además mejora la aplicación de fungicidas. Por lo general lo más utilizado contra oidio es el azufre, en forma de polvo o polvo mojable, ya que resulta buen preventivo, sin embargo a partir de los 30ºC produce fototoxicidad.

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