Las temperaturas y en menor grado la humedad están favoreciendo en estas últimas semanas el desarrollo del oídio (Uncicula necator)
en los viñedos de la Comunidad Autónoma Andaluza. Con temperaturas
alrededor de 15ºC comienza a ser favorable, estando su óptimo en los
25-28ºC. El desarrollo de la enfermedad se ve favorecido por humedades
altas, pero las lluvias abundantes frenan su desarrollo.
Se observa, por lo general más presencia de síntomas en racimos que
en hojas, ya que estos suelen estar situados más al interior, por lo
tanto menos aireados y protegidos contra la insolación, estando
expuestos a condiciones más favorables para el desarrollo de la
enfermedad.
El oídio puede atacar cualquier parte verde de la vid:
- Hojas:
Los síntomas pueden aparecer tanto en el haz como en el envés, en ambos
casos suele observarse un polvillo blanco ceniciento, que puede
limitarse a algunas zonas, o bien ocupar toda la superficie de la hoja.
- Brotes y sarmientos:
los síntomas se manifiestan por manchas difusas de color verde oscuro,
que van creciendo y que pasan a tonos mas oscuros al avanzar la
vegetación y hasta negruzcos según aumenta la lignificación de la viña.
Los ataques fuertes ocasionan un mal agostamiento del sarmiento con la
consiguiente disminución de la acumulación de reservas en las yemas.
- Racimos:
al principio aparecen como un cierto polvillo que recubre en poco
tiempo todo el grano. Los daños importantes se localizan en los racimos,
pues el hongo del oídio detiene el crecimiento de la piel del grano,
por lo que es frecuente que se agriete, produciendo unos daños directos
en la cantidad y calidad de la cosecha.
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