Desde la añada 2011, la desgracia parece haberse cebado con buena
parte del viñedo borgoñón. La mayoría de los vitivinicultores del área
se preguntan cuándo tendrán una cosecha normal. Y es que la tormenta del
pasado 28 de junio, acompañada de un pedrisco devastador, ha arrasado
buena parte de la excelente cosecha que se preveía para 2014.
Redacción
En
2013, la mayoría de los agentes del vino de la zona esperaban una
cosecha buena para recuperar sus stocks, pero las tormentas y las
inundaciones del mes de julio dieron al traste con ello. En esta ocasión
ha sido una granizada brutal, con piedras de hasta tres centímetros de
diámetro, la que se ha llevado gran parte de la cosecha.
Los
daños se han concentrado, sobre todo, en les Côtes de Baune con
especial crudeza en los grandes crus de Mersault, Pommard, Santenay y
Volnay. En el caso de les Côtes de Nuites los daños han sido menores,
Estos
problemas climáticos se unen a los también producidos en Médoc, Coñac y
Clape y los profesionales reclaman la puesta en marcha de un contrato
social que mitigue estos problemas.
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