ASAJA-Almería desea destacar el enorme esfuerzo realizado por los
agricultores y ganaderos en este pasado año 2012 para incrementar la
producción, repercutiendo así un menor coste, y contribuyendo de este
modo a mantener la actividad, el empleo y liderando las exportaciones.
Esta es la fórmula elegida por el sector para afrontar la dura crisis
económica por la que atraviesa el país y que hacía prever que se
avecinaba un año difícil con importantes recortes en las inversiones
dirigidas a este sector.
2012 no ha estado
exento de complicaciones para los agricultores y ganaderos que van más
allá de la señalada pérdida de rentabilidad. La grave sequía, las
heladas, el pedrisco y las inundaciones han sido parte importante de las
preocupaciones de agricultores y ganaderos en este 2012.
Precisamente
la sequía está detrás de la pérdida de producción generalizada en
sectores extensivos como el cereal (del que apenas se pudo salvar el 30%
de la producción), la almendra y el olivar, que vive una de sus
cosechas más escasas de los últimos años, si bien ASAJA apunta a que la
pérdida de producción de aceite en la provincia es menor que en otras
zonas productoras con una variación del -15%. Esta menor producción en
estos sectores ha motivado el leve incremento en los precios, pero en la
mayoría de los casos no ha servido para compensar la pérdida de renta
ocasionada por unos mayores costes de producción.
Tampoco
se puede pasar por alto la difícil situación de la ganadería, entre
ella la del sector lácteo, que ve cómo la escasez de cereal ha provocado
un alto incremento en los costes de alimentación del ganado, mientras
que los precios en origen están por los suelos. Por poner un ejemplo el
coste de la alimentación del sector vacuno de leche se ha incrementado
en 2012 en 15 céntimos de euro por litro de leche. Sin embargo, el
precio de la leche ha disminuido en 3 céntimos de media con respecto al
año pasado.
En el caso del sector
hortofrutícola señalamos su mantenimiento como la principal actividad
económica de la provincia y el esfuerzo realizado por los agricultores
para compensar a través del incremento en la producción los descensos y
altibajos sufridos en los precios, tal y como ocurrió en la pasada
campaña (+13%). De hecho, ASAJA, en su balance de campaña ya hizo
alusión a la tendencia a producir más y a alargar las cosechas por la
necesidad de encontrar mayor rentabilidad. Este incremento productivo se
ha producido principalmente durante la primera parte del año, sin
embargo desde el verano y este otoño nos hemos encontrado con un leve
descenso en la producción, lo cual ha repercutido en una mejoría en las
cotizaciones en origen en líneas generales y con excepciones puntuales
en comparación con años anteriores, que habían sido francamente malos
para este sector (tómese como referencia el año 2009).
En
opinión de ASAJA-Almería otro de los grandes problemas que ha padecido
el sector y que se erige también en meta para este 2013 es la necesidad
de promover actuaciones que mejoren los precios al agricultor y al
ganadero. Este 2012 parece haber avanzado en esta materia, dando luz a
la Ley de Calidad Agroalimentaria que nace a petición del sector para
atajar el grave problema de falta de transparencia y de los abusos que
se producen en la formación de precios, y que provocan importantes
desequilibrios y frecuentes abusos sobre el eslabón más débil: la
producción. Desde ASAJA esperamos que se le dé prioridad a su puesta en
marcha y a que las restricciones impuestas por Competencia no desvirtúen
el objetivo de esta Ley, asimismo consideramos necesaria la
articulación de todas aquellas medidas que pudiesen reforzar el poder de
negociación de los productores sobre el precio de sus productos. En
este punto queremos destacar también la Ley de Integración de
cooperativas y concentración de la oferta, que esperamos mejor la
posición del productor y no de lugar a la creación de grandes
“monstruos” que no repercuta en beneficios para los agricultores.
Por
último, desde ASAJA lamentamos que nuevamente el sector agrario se haya
visto afectado por la “congelación” en algunos casos, y la desaparición
en otros, de las inversiones dirigidas a este sector. La agricultura no
iba a ser una excepción en la política de recortes; en el caso del
Ministerio de Agricultura la caída de la inversión en este año 2012 ha
sido de un 8,9% y en el caso de la Junta de Andalucía esta reducción ha
sido de un 3%. Destacamos la desaparición de la ayuda autonómica a los
seguros agrarios por falta de presupuesto, lo cual ha encarecido el
coste del seguro agrario. También la ausencia de convocatorias para las
ayudas de modernización y primera instalación de jóvenes agricultores o
para fomentar el cese anticipado, todas ellas medidas necesarias para
incentivar el relevo generacional.
Junto a
esta situación de falta de inversión nos hemos encontrado con una mayor
dificultad para el acceso al crédito por parte de agricultores y
ganaderos a consecuencia de la crisis financiera, con lo cual se han
empeorado las posibilidades de mejorar, innovar y modernizar las
explotaciones agroganaderas.
EL AÑO AGRARIO, POR TEMAS:
DAÑOS METEREOLÓGICOS
Los
daños ocasionados por la meteorología desgraciadamente han formado
parte de la actualidad del sector agropecuario almeriense a lo largo de
todo este año. Recordemos que a principios de año la presencia de bajas
temperaturas y las heladas provocaron importantes daños en las
explotaciones agrícolas de la provincia (hortícolas, cítricos, frutales,
frutos secos…).
A estas heladas le debemos
sumar las repercusiones originadas por la sequía en sectores como el
cereal, la apicultura, olivar y ganadería. Estos daños alcanzaron los
518,6 millones de euros en Andalucía; en Almería fueron 15 Millones de
euros los daños por las heladas, y 9 Millones de euros los daños por
sequía (3 Millones de euros en agricultura y 6 Millones de euros en
ganadería).
Tampoco se pueden olvidar las
numerosas pérdidas generadas tanto por el pedrisco de agosto como por
las inundaciones que se produjeron a finales de septiembre y que
arrasaron el Levante y municipios del Bajo y Medio Almanzora, afectando
gravemente a numerosas explotaciones agrícolas y ganaderas, además de
dejar en un pésimo estado a la red viaria y las infraestructuras. Todas
estas pérdidas millonarias mantienen en jaque a los productores de esta
zona, que esperan la llegada de unas ayudas económicas prometidas desde
el Gobierno central, pendientes de los últimos trámites parlamentarios,
que son muy necesarias para poder reactivar la zona y recuperar la
actividad perdida. También cabe destacar la falta de ayudas directas o
de medidas específicas por parte de la Junta de Andalucía, que se ha
centrado única y exclusivamente en sus competencias sobre obras públicas
y actuaciones sobre ramblas y ríos y olvidando a los sectores
productivos afectados.